Propuesta de renovación de aire para
ciudades “pozo”
De niño me llamaba la atención cuanto había que descender
para llegar al centro de mi ciudad ya que yo vivía, y sigo viviendo aun, en un
barrio de la periferia que tiene la característica de estar en un terreno
bastante más elevado que el del centro de la ciudad.
A pesar de que siempre se habla de que Córdoba está en un
pozo, tome real dimensión de esa situación, cuando a mediados de los 80,
terminado el proyecto de la torre Ángela, yo subía al techo de mi casa y podía
ver desde allí los últimos pisos del edificio al nivel de mis ojos, con lo cual
ya podía deducir que desde el centro a mi casa existía una diferencia
considerable que podía ser medida por aquel edificio que mide cerca de 100
metros de altura.
Con lo conversado en clase y recordando aquella situación,
pensé en una idea que pudiera limpiar de modo natural el aire viciado que estas
ciudades semi enterradas o “ciudades pozo”, acumulan al no tener la posibilidad
de “respirar” correctamente, ya que
su condición topográfica no les permite una circulación y renovación de aire
normal, lo que se va viendo afectado con el correr del tiempo, con la
construcciones que a su vez van como cercando ese “pozo” dejándolo sin ninguna posibilidad de renovar su aire.
Existen varias ciudades en el mundo que por diversas razones
no puede limpiar su aire y se ven envueltas en una especie de efecto
invernadero que calienta y envicia el aire, provocando el mayor uso de energía
para lograr un cierto confort térmico. Santiago de Chile es otro ejemplo ya que
su ubicación entre montañas hace que la ciudad retenga demasiado el smog que
genera y no pueda limpiar el aire.
Mi propuesta, igualmente sencilla como utópica, pretende
renovar el aire de ese tipo de ciudades mediante la circulación del mismo por
grandes conductos subterráneos que tomen aire fresco y puro de las zonas altas
y alejadas de la ciudad y lo depositen en el centro de la misma mediante la
construcción de grande torres que a modo de gigantescas unidades evaporadores
de los aires acondicionados Split lanzarían aire fresco y puro constantemente.
Estas grande torres circulares, que emularían en su diseño,
las salidas de aire del centro George Pompidou, pero en una escala mucho mayor,
estarían ubicadas de forma estratégica en plazas, parques y lugares donde no
perturbaran la visión urbana y donde de algún modo pudieran pasar
desapercibidas como parte de otras construcciones o del paisaje mismo.
La circulación de aire debería se natural sin medios
mecánicos que necesiten energía eléctrica y tendrían que valerse del propio
sistema de convección de aire para poder funcionar.
SANTIAGO DE CHILE
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